La caza menor en la provincia está permitida en el caso de la perdiz chica, que está representada por la variedad "plomiza" (Crypturellus tataupa), 8 ejemplares por cazador; la montaraz (Nothura cinerascens), 5 por cazador y la copetona (Eudromia formosa), 5 por cazador; los patos, con 20 ejemplares por cazador. La temporada se abre desde el 1° de mayo al 31 de agosto de cada año, pero en el caso de la vizcacha (10 ejemplares por cazador), la liebre (5 por cazador) y el conejo (5 ejemplares por cazador), está abierta todo el año. Las cifras corresponden a una excursión que dura tres días como máximo.
La caza mayor está reducida en los últimos años a la del pecarí de collar y se encuentran expresamente protegidos la corzuela, el tatú carreta, el yaguareté o tigre americano, la boa lampalagua, el ñandú, el oso hormiguero y el oso melero.
Además del pecarí de collar existen el pecarí moro o "quimilero" y el labiado o "maján", el puma (Felis concolor) y el guanaco. Todos ellos están protegidos, pero debe señalarse que por temporadas y de acuerdo con el número de ejemplares se habilitan, periódicamente, capturas de determinado número de ejemplares. También corresponde señalar que los lugareños realizan batidas de pumas, especialmente en los departamentos del norte (Pellegrini, Giménez, Alberdi, Copo y Mariano Moreno) cuando el aumento de ejemplares
pone en peligro la integridad de sus majadas de ovejas o chivos. Con respecto al yaguareté, especie considerada hoy una rareza en todo el territorio argentino, existen refugios como la reserva provincial de Copo, de 110.000 ha ., en el límite con Chaco y Salta, donde habitan actualmente entre 80 y 100 ejemplares.
En la caza menor figuran además la charata, (Ortalis canicolas), una gallinácea muy buscada en todo el norte, que abunda en los montes secos. Muy gritona, se la escucha desde lejos, lo cual facilita la ubicación de las bandadas. No es difícil cazarla en buen número, pero existen depredadores que no vacilan en llenar sus vehículos con esos ejemplares, como resultado de lo cual las autoridades de la provincia, con muy buen criterio, han prohibido durante temporadas enteras su captura.
En las llanuras del sur de la provincia también se encuentran perdices comunes (Nothura maculosa maculosa) para cuya captura rigen iguales condiciones que para la tataupa. |
La zoogeografía de la provincia de Santiago del Estero está constituida por especies correspondientes a la región Neotropical, subregión Guayano Brasileña, Dominio Subtropical, Distrito Chaqueño.
La diversidad de ambientes que coexisten en el territorio provincial (montes, fachinales, praderas, esteros, zonas desérticas, etc.), permiten un óptimo desarrollo de las especies.
Los inventarios de la fauna provincial demuestran la presencia de, por lo menos, 20 especies distintas de peces, 18 de batracios, 36 de reptiles, 300 de aves y 52 de mamíferos.
Entre los peces abundan el dorado, bagre, sábalo, chanchita de río, tararira (zoco) y vieja.
Entre los batracios, las ranas, sapos y escuerzos que habitan las charcas y zonas húmedas de la provincia (entre las ranas, es de señalar la coralina, de hermosa coloración pero con poderoso veneno en la piel, que habita en las cuevas abandonadas de las vizcachas).
Además, lagartos y lagartijas de colores iridiscentes, chelcos, iguanas y la tortuga de tierra, entre los saurios.
Entre los ofidios merecen citarse, la boa, la lampalagua o boa de las vizcacheras (que se alimenta de aves, roedores y otros animales) las culebras falsa yarará y falsa coral, la víbora negra o mamadora (que se alimenta de serpientes venenosas) y la víbora verde arborícola. A ellas se agregan las víboras venenosas: de la cruz, yarará, cascabel, coral y los insectos venenosos como las arañas rastrojera (colorada) y viuda negra.
Entre las aves se destacan las garzas blancas y moras, flamencos, patos, teros, cigüeñas, gallitos del agua, que habitan lagunas, cañaverales y embalses; cuervos y caranchos, halcones, aguiluchos, águilas y gavilanes, además de charatas, chuflas, cotorras, palomas, boyeros, cardenales, tordos, tijerillas, rúas, horneros, urutaú o kakuy, perdices, martinetas, etc.
Los mamíferos, constituyen una parte importante de la fauna santiagueña , se encuentran, entre ellos, los marsupiales como la achocaya puntana y la comadreja colorada y overa, los murciélagos, el vampiro y, en los bañados de Figueroa, el murciélago pescador.
Además, osos hormigueros y meleros, pichis, quirquinchos, tatúes, mulitas, liebres, conejos, vizcachas, zorros, zorrinos, hurones y mayuatos.
Entre los felinos, cabe señalar, el gato montés, el gato cirá, el puma y el tigre o yaguareté, todos carniceros.
Los tayasuidos están representados por el pecarí labiado y el pecarí de collar, llamados chanchos del monte, mientras entre los cérvidos subsisten la sacha cabra y la corzuela.
No obstante lo variado de la fauna santiagueña, es motivo de preocupación el problema de supervivencia por el que atraviesa.
Es que el progreso y sus consecuencias negativas se ha hecho sentir en la provincia: el hombre fue lentamente ocupando los dominios de los animales y obligándolos constantemente a refugiarse en otros hábitats extraños y poco propicios; mientras, los bosques han sido talados y extensas zonas han sido incorporadas a la agricultura y a la ganadería.
Numerosas especies animales han sido exterminadas en la provincia u obligadas a emigrar cada vez más al norte. Monos pequeños que habitaban en cantidad el extremo noroeste de la provincia han desaparecido, al igual que grandes manadas de guanacos que vivían en las llanuras y sierras, los tapires o antas (mamíferos de gran tamaño) y el ciervo de las pampas (gamo). Por
otra parte, casi han desaparecido yaguareté o tigre (prácticamente exterminado) el puma y el tatú carreta.
Entre las especies perseguidas por su valor cabe destacar: el conejo, perdiz, martineta, charata, vizcacha, corzuela, chancho del monte y palomas, por su codiciada carne; el quirquincho y el pichi por su carne y porque proporcionan la caparazón para construir instrumentos musicales; el zorro, el león, el gato del monte, la lampalagua, la iguana, el zorrino y otros, por sus cueros y pieles muy apreciados en la industria peletera y que convierten a Santiago del Estero en gran productora de especies del país que aporta de manera interesante a la confección de carteras, calzados, accesorios, etc.
Con el objeto de proteger el ambiente faunístico provincial, leyes que regulan el aprovechamiento de la fauna....... sub,x; servando.j.c.
Caza y Pesca (san tiago del estero) |
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